Este itinerario nace en el Camino del Norte, en Sebrayo, y atraviesa la tierra en dirección a Oviedo. En Mélide se conecta con el Camino Francés. Por este itinerario, los peregrinos veneraban numerosas reliquias traídas desde Toledo tras la caída del reino visigodo. Estas reliquias fueron rápidamente objeto de un peregrinaje local y el rey Alfonso VI (1072-1109) hizo construir el Arca Santa, un verdadero tesoro de orfebrería, para conservarlas. El arca fue luego trasladada a la Cámara Santa de la catedral San Salvador de Oviedo, donde permanece visible hoy en día.
Un dicho, fechado en 1583, refleja la gran popularidad del santuario de Oviedo: "quién va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y no al Señor". Lugo es la segunda gran ciudad de este itinerario, rodeada de murallas desde la Antigüedad romana (patrimonio mundial).
El itinerario está balizado. Está menos frecuentado que el Camino del Norte. Es un itinerario que presenta a veces importantes desniveles : el punto culminante está a poco más de 900 metros de altitud. Cambios de la zona montañosa a partir de O Cadavo a un recorrido de poco desnivel y cuesta abajo hasta Santiago de Compostela.
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